Fama Inversa

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¿Qué cualidad suprema podría tener yo, es decir cualquier persona, para aspirar a la fama?

No imagino cualidad tal en nadie. La gente famosa no es más especial que la que no lo es. Incluso creo que sería vergozoso creer que contamos con cierta distinción, elevación respecto a los demás. El famoso y el fan viven una confusión.

Que alguien haga particularmente bien algo es una característica de esa persona. El asunto está en que muchas veces lo que hacemos particularmente bien está fuera de las tablas, no está en el mapa de las cosas que son valoradas, es decir en la geografía de lo cosificado.

Se cercan las cualidades a habilidades artísticas o intelectuales determinadas, monetizadas, jerarquizadas y queda fuera una constelación de dones. Contagiar con la sonrisa, ubicarse en una ciudad nueva, tener gracia al caminar, conocer los cantos de aves, encontrar posibles soluciones con rapidez, entender lo que otra persona necesita, ejemplos que en solitario o conjugados con otros hacen de alguien un dotado particular en algo.

Me gustaría ampliar esa enumeración indefinidamente y por eso me gustaría pensar en aspirar a una fama inversa que nos permita conocer cada vez más personas fuera de las pistas de la mecánica mercantilista, y encontrar que nuestra curiosidad crece a medida que conocemos sus universos, que nos apasionamos al descubrir sus tesoros, sus joyas que a veces nos reflejan y otras relucen lo distintivo. Me gustaría que nos enamoremos de todas las personas que nos encontremos, es decir, ser fans de todas, ser famosos inversos del ser humano.

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