Contradicciones de un sueño

Published on

Qué linda esa mañana. Me asomé sigilosa, el descanso había sido sospechoso y no recordaba las contradicciones del sueño. No me atreví a buscar si estabas, quise confiar que eras un número más garabateado en la libreta. Quizás, un número menos.

Intuía que algún día ocurriría, porque los relámpagos se van como vienen. Saboreé la liviandad de tu ausencia, estaba fresca, tuve ganas de ponerme trabajar y sonreí un instante. Pero me distraje y entraste. Mis cavidades se colmaron de tinta para un momento después colapsar y lanzarse a la circulación. Mi cuerpo se sometió a la correntada.

Patético vaivén mi intuición. Me sentí pulpa de un papel mojado, nuevamente arrastrada por tu pluma y ahora despedazada mientras absorbía la tinta desperdiciada.

Otra vez estabas vos, constante e irracional en tu recta asintótica.

Deja un comentario